24.4.08

SOY UN DESGRACIADO (ya no puedo mirar una fotografía)

Aquest article m'el van donar a llegir farà uns mesos quan tot just començava el curs de photoshop, i em va fer gràcia. Però ara, que tinc la meva pròpia càmara i que passo el meu temps lliure, disparant fotos, processant-les, pensant en noves fotografíes que fer, buscant noves tècniques, mirant fotos als fòrums... ara ho entenc perfectament.



"Este artículo pretende advertir a los inocentes lectores de los riesgos de este
terrible vicio que es la fotografía, no pretendo salvar al mundo de esta latente
amenaza, sencillamente me sentiría muy recompensado si su lectura sirviera tan
sólo para alejar a una persona de tan devastadora perversión.

Para
comprender lo dañina que puede ser esta locura dejadme que os narre mi historia, la historia de una
simple persona que ahora vive encerrada en su dolor al no poder contemplar nunca
más una fotografía sin realizarle una completa autopsia.

Yo era una
persona normal, bueno sin entrar en debates sobre que es normal diría que era
una persona estándar, que vive como muchas otras, que toma café, besa a sus
hijos y tiene una hipoteca (obviaremos aquí mencionar lo de bañarse con un patito de goma pasados ya
los cuarenta). Era un individuo aficionado a la fotografía, sin más pero poco a
poco, sin darme cuenta, lenta pero inexorablemente el maligno virus se fue
apoderando de mí.

Los primeros síntomas los sufrió mi VISA, luego el mal
se extendió afectando irremisiblemente al cerebro. Sin apenas darte cuenta el
mal se adueña de ti.

Empecé a sospechar que algo iba mal cuando el
inevitable compañero de oficina a la vuelta de unas vacaciones en el Caribe te
muestra, muy “gallito” él, las fotos de sus esculturales conquistas, aunque yo
diría, presuntas conquistas, en bikini. No negaré que algo de las espléndidas
señoras vislumbré, pero sospechosamente reparé más en los aspectos fotográficos
de las imágenes que en los meramente “testosterónicos”. Por qué… ¿Tenia la libido por los
suelos? ¿Iba a salir del armario? ¿El estrés pasaba factura? …. No la respuesta es más
sencilla, eran los primeros síntomas, el principio del fin.

Con el
tiempo otras señales fueron apareciendo: dejé de ver la televisión para ver el Photoshop, cambié mi
nombre por un extraño apodo y empecé a visitar foros de Internet dedicados a la
fotografía, cambie el inevitable libro de Pedrolo por uno de Mellado, empecé a reunirme con
extraños personajes cargados cual sherpa a punto de una ascensión al Himalaya, todo apuntaba a
un fatal desenlace.

Y éste llegó, pude ver como la enfermedad se
manifestaba con su más extrema crudeza, fue un soleado día de mayo cuando
sucedió: Esta vez fue una compañera de trabajo la que reclamo mi atención, me
hizo acercar a su PC
y mostrándome la fotografía que había puesto como tapiz me dijo-

- ¿Qué
te parecen mis niñas?

Durante unos inagotables segundos mire la imagen,
intente ver aquellas niñas, deberían estar allí pero yo no las veía. Frías gotas
de sudor brotaban por mi frente y aquellas niñas sin aparecer, el ritmo cardiaco
aumentaba exponencialmente, nada, no lograba verlas. De pronto lo comprendí,
acepte lo que hace tiempo ya era una realidad, estaba absolutamente enfermo,
enfermo de fotografía, una devastadora dolencia que me había llevado a aquel
extremo. No pude aguantar más y rompí en un llanto desgarrador, mi compañera me
observaba atónita y tras una prudente espera se atrevió a interpelarme.

_
¿Qué te sucede?

Trague saliva, contuve el salino llanto y aún
balbuceando le expliqué.

- Mira, hace un tiempo si me hubieras enseñado
esa foto de tus hijas te hubiera dicho: Que guapas están, la pequeña es tu vivo
retrato, como han crecido… pero ahora…
.
.
.
… ahora…
.
.
.
… sólo puedo decirte:

- El horizonte está caído
-
Existe una fuerte dominante magenta
- Hay zonas sobreexpuestas
- Esta
muy justa de “foco”
- Cuida esos fondos, le restan protagonismo al sujeto
principal.
- Ponte a su altura, el contrapicado no es
adecuado en este caso.
- Procura una toma más frontal, al ser algo oblicua
distorsiona la perspectiva.
- Vigila esas zonas donde los colores se han
empastado.


.. Lo siento, soy un desgraciado, ya no puedo mirar una
fotografía.

Josep Maria March Adell
Barcelona, 12/07/2006