19.1.09

Canciones que traumatizan una infancia

Bueno, traumatizar, traumatizar... Igual me he pasado. Aunque no negaré que juegos como el conejo de la suerte puede llegar a ser muy incómodo para una cría de 6 años. Pero des de luego que contienen sexo y violencia implícito y explícito os aseguro que si. Debe ser por ese motivo que ya no se canta ni se juega a picar de manos en las escuelas, y sólo se juega con la nintendo ds. Es mucho más inofensivo para las débiles e inocentes mentes infantiles.

Comencemos por una de las canciones más violentas que se han cantado jamás.
En la calle 24,
ha habido un asesinato.
una vieja mata una gato
con la punta del zapato.
Pobre vieja
,pobre gato,
pobre punta del zapato.

Esto sin duda es una crónica de un suceso de la época. En la que una mujer de la tercera edad, de esas que te ven con muletas en el autobús y corren veloces a robarte el único asiento libre o de las que se hacen las locas cuando alguien les dice que se han colado en el mercado. Debía llevar una punta de metal en el zapato y reventó de una patada al gato de la vecina, porque esta le caía mal.

Luego tenemos a alguien que nos avisa de un sospechoso Doctor, llamado Jano, que es un acosador de jovencitas pacientes.
Doctor Jano, cirujano
hoy tenemos que operar
en la sala de emergencias
a una chica de su edad
Ella tiene veintiún años
Usted tiene un año más
Doctor Jano, cirujano
No se vaya a enamorar

Un tiratejos en toda regla, este Doctor.

en esta otra canción tenemos un caso similar, pero mucho peor... Parece ser que el propietario de un establecimiento de zapatos le gusta mirar debajo de la falda de las niñas. Seguramente se trata o de un pedófilo o de un voyeur... Pero ya da poca confianza ese establecimiento de la Calle bomba.
En la calle de la bomba,redonda, redonda,
hay una zapatería,¡zapatos! ¡zapatos!
donde van las chicas guapas,¡guapas! ¡guapas!
a tomarse las medidas:cuarenta y seis.
Se levantan las falditas,¡olé! ¡olé!
Se les ve la pantorrilla,¡socorro! ¡socorro!
y el pobre zapatero,¡zapatos! ¡zapatos!
se ha caído de la silla.Morcilla, morcilla,
con pan y mantequilla.

También es sospechoso el hecho de que las chicas se van a tomar las medidas en una zapatería… muy raro… Y para acabarlo de arreglar se hace alusión a la “morcilla” del zapatero, cuando ve las pantorrillas de las chicas. Este señor no es de fiar.

y por último, una canción que más que una canción es una enseñanza sobre la vida.

Atención:Parece ser que un tal señor Federico (no se nos dice el apellido) perdió toda su fortuna al casarse con una costurera que lo dejó pelado al divorciarse de él. Esta costurera, dejó a Don Federico para trepar socialmente y se casó con un general, y así pudo dejar de trabajar. El general no se sabe porqué, decidió abandonar a la costurera (debió notar que era una trepa) y la carrera militar y se casó con una aristócrata que lo mantuviera. La Aristócrata, finalmente se enamoró de Don Federico, y aunque perdió su reputación se casó con él. Pero parece ser que la relación no funcionó del todo porque el tal Federico, se volvió tuerto, cogió piojos y garrapatas y después de caer en la bebida, se lió con una mujer de mala reputación (que también pasaba por un mal momento al perder un ser muy querido por ella). Ésta, le dijo de casarse con él... y él al principio le dijo que no porque ya había tenido muchas malas experiencias con las bodas y ella se enfadó. Don Federico que se encontraba muy solo, se lo pensó y entonces la mujer le dio calabazas. No me hubiese gustado estar en la piel del señor Federico.

Don Federico perdió su cartera,
para casarse con una costurera,
la costurera perdió su dedal,
para casarse con un general.
El general perdió su espada,
para casarse con una bella dama,
la bella dama perdió su abanico,
para casarse con Don Federico.
Don Federico perdió su ojo,
para casarse con un piojo,
el piojo perdió su pata,
para casarse con una garrapata,
la garrapata perdió su cola,
para casarse con una pepsi-cola,
la pepsi-cola perdió sus burbujas,
para casarse con una mala bruja.
La mala bruja perdió su gatito
para casarse con Don Federico,
Don Federico le dijo que no
y la mala bruja le echó una maldición,
al día siguiente le dijo que sí
y la mala bruja se echó a reír, jajaja.