29.1.09

Mucho cuento...

Aunque en un pasado hubiese utilizado este blog para autocomplacerme en mi estado depresivo... Como dice la canción que estoy escuchando en estos momentos: pa fuera telarañas! y vamos a hablar de cositas alegres, como esos cuentos de infancia que me aficionaron a la lectura y que disfruto recordando como los devoraba con los ojos como platos o como me quedaba toda la noche despierta para acabarlos (y al día siguiente escuela!).


Ya tenía pendiente un post así de hace mucho tiempo... pero hoy casualmente he leído un artículo de David Mateo llamado Fidelización a la literatura y me he animado. El artículo da una serie de consejos a los padres para que sus hijos no les cojan manía o les parezca que es una actividad tediosa en lugar de lo que es: lúdica.

No sé si consciente o inconscientemente mis padres siguieron al pie de la letra muchos de esos consejos: me rodearon de libros des de pequeña: ellos leían y yo también quería hacerlo, me leían cuentos cada noche antes de dormir mostrándome que leer es una actividad emocionante. Aprender a leer no se convirtió en una carrera de haber quien lee más rápido sino en la forma de disfrutar de historias y aventuras por mi misma. Recuerdo las visitas a la casa del libro del Baricentro como lo más de lo más: cada semana me compraban un cuento de Ferrándiz de esos que ahora salen en la colección de quiosco de Planeta de Agostini y cuando ya fui un poco más mayor ya me metí en el barco de vapor y las colecciones de Enyd Blyton. La verdad es que a mi nunca me interesaron los clásicos al uso... los encontraba aburridos, pero disfrutaba con toda serie de tochos y ahora visto des de la distancia: historias bastante infumables.

Vamos al lío (me he enrollado tanto que creo que haré dos o tres partes):

Los cuentos de Ferrándiz: cuentos con mucho dibujo y poca letra... eso si, unos dibujos preciosos que no me cansaba de mirar. Creo que mis favoritos eran el abanico de la verdad, la ardilla hacendosa, la ratita presumida, la caperucita roja. Cuentos que fueron leídos 200 veces cada una (ya sabemos el gusto de los niños por la repetición...)


Cuentos Disney: mi predilección por las historias de princesas no es ninguna sorpresa. Tenía unos cuentos (supongo que coleccionables) de Disney y mis preferidos eran "los tres cerditos", "la bella durmiente", "Blancanieves y los siente enanitos"...




Cuentos de Foresta (o Foxwood tales de Cynthia y Brian Paterson) tenía cuatro cuentos protagonizados por unas ardillas, unos ratoncitos y otros mamíferos del campo. historias muy sencillas pero emocionantes a la vez... Y repito, los dibujitos preciosos. Un libro ha de entrar por los ojos!


Estas serían mis lecturas favoritas recomendadas hasta los 6 años. aunque seguro que me dejo algo ya que lo he hecho de memoria. si me falta alguno importante lo incluiré en la segunda parte.